Para entender el ZEN aplicado a la decoración sería indispensable conocer las bases del ZEN como estilo de vida o disciplina espiritual basada en la vida y enseñanzas de Buda en el siglo VI antes de Cristo…incluso más atrás..! Recogiendo las tradiciones espirituales del hinduismo. Pero es a mediados del siglo XIII cuando alcanza su expresión definitiva en Japón, influyendo profundamente en la mentalidad y costumbres de la cultura tradicional japonesa, desde entonces y hasta nuestros días, se sigue enseñando y practicando en centros de enseñanza ZEN.
Digamos en síntesis, que la filosofía o base espiritual del Zen, se centra en la iluminación y búsqueda de la armonía y paz interior a través de acciones simples… y cotidianas.
Colores
Los colores que se tienen que emplear en techo y paredes en el estilo ZEN, son principalmente el blanco siempre “roto” y personalizado (los blancos puros son fríos) y toda la gama de ocres terrosos, grises cálidos y beiges (nunca amarillentos). Las paredes están… pero en un segundo plano! El color debe estar dado por algún objeto decorativo a modo de pincelada en rojo o verde en algún elemento o detalle puntual.
Materiales.
Los materiales que utilizamos en el estilo ZEN son aquellos (dentro de lo posible) en estado natural… o poco industrializados como: madera natural, piedra, fibras naturales etc.
Por ejemplo en baños y cocinas se prefiere la piedra antes que la cerámica. Los pisos en madera clara, por ejemplo en haya o roble decapé, antes que un nogal o wengué.
Muebles.
Los muebles dentro del estilo ZEN deben seguir una máxima simplicidad en sus líneas, serán mueble bajos y de líneas rectas que invitan el orden y a ser posible que conserven el color y estado natural de la madera. Evitaremos siempre muebles con curvas o muy ornamentados que no combinan de forma natural con el sentido de simplicidad del ZEN. También es verdad que aunque defendemos que las maderas claras van unidas con el estilo ZEN, se puede utilizar una madera oscura puntual si todos los elementos decorativos son claros.
Iluminación.
La luz siempre instalada de forma que sea indirecta y sutil… Dentro de luminarias u objetos escondidos a modo de luz indirecta. También en un momento puntual, unas velas alineadas en un lugar concreto nos invitarán al descanso mental o meditación, que en síntesis es lo que el estilo ZEN pretende. Todo esto sin exageraciones, no se trata de convertir nuestra casa en un monasterio, simplemente son detalles que van sumando en la interpretación del estilo. Por su gran importancia, la iluminación es un factor clave en la ambientación de espacios ZEN.
Objetos y elementos
La elección de elementos u objetos decorativos debe ser cuidada y austera. Entre los pocos adornos que permiten estos espacios, podemos destacar los objetos de madera, marfil (o marfilina), fibras o cristal, este último más por la forma que podemos conseguir que por el material en sí, a ser posible, siempre en acabado mate. Los cuadros se elegirán cuidando tanto el marco como la lámina para que tengan combinación y coherencia con la decoración en general. Las imágenes o toques budistas combinarán muy bien con la decoración ZEN al transmitir descanso, serenidad y meditación.
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